Lo que debes saber
- El apoyo a los candidatos entre los votantes latinos se ha mantenido estable desde que Harris se incorporó a la contienda electoral. Es posible que Harris reciba unos pocos puntos porcentuales menos de apoyo que Biden en 2020, pero las encuestas no muestran ni una reorientación dramática de los latinos hacia el partido republicano, ni un regreso a los niveles de apoyo al partido demócrata de ciclos anteriores. El apoyo que Harris recibe hoy entre los latinos en Arizona, Nevada y Pennsylvania podría ser suficiente para ganar, pero en la mayoría de los casos dependerá de lo que pase con el resto del electorado.
- Todavía hay mucha incertidumbre, sobre todo con respecto a los nuevos votantes latinos. Al menos el 30% de los latinos que votarán en el 2024 no lo hicieron en el 2020, este es el grupo de hispanos que más ha fluctuado en sus opiniones este año y es el más difícil de medir.
- Cómo llegamos aquí: Biden perdió el apoyo de un segmento de votantes hispanos durante el período más difícil de la crisis inflacionaria. Cuando Harris entró a la carrera presidencial, inmediatamente logró recuperar la mayoría de este grupo, pero no a todos. Otros se mantuvieron al margen, esperando a ver qué ofrecía cada uno de los candidatos. Hoy, ambos lados están contendiendo por los últimos votantes que representan unos pocos puntos porcentuales y que aún no deciden a quién apoyar o incluso si van a votar o no.
- Al igual que en el resto del electorado, entre los votantes latinos hay una gran diferencia de apoyo por género, similar a la que vimos en 2016. La mayor disparidad se observa entre los latinos más jóvenes. Pero las diferencias de género no explican por completo las posibles ganancias de Trump.
- La identidad latina juega un papel importante pero no es todo. Si las elecciones se convierten en un referéndum sobre la situación económica, y el voto se distribuye dependiendo de quién creen los votantes que es mejor para la economía del país, Harris le ganaría a Trump entre los electores latinos pero por un margen bastante estrecho. Si las elecciones se deciden con base en la pregunta de a quién le importan más las familias de clase media y trabajadora, y la gente como yo, Harris ganaría el voto latino por un margen mucho mayor. Los mejores mensajes son aquellos que apelan a la identidad de los votantes tanto como personas trabajadoras que buscan cuidar de sus familias, como latinos que no siempre se sienten incluidos e invitados a participar en el proceso político. Toda política tiene que ver con la identidad, y la identidad tiene que ver con la política, pero la diferencia es cómo se realizan, algunos mensajes son más eficaces que otros.
Las preguntas
1. ¿Cómo luce el voto hispano hoy en día?
Según los números:
PROMEDIO DE ENCUESTAS PÚBLICAS HASTA EL 30 DE OCTUBRE:
56-39 (59-41 si se distribuye el voto de los indecisos proporcionalmente)
ÚLTIMA ENCUESTA DE EQUIS (OCT 4-18):
55-38 (59-41 si se distribuye el voto de los indecisos proporcionalmente)
ESTIMACIÓN 2020 (CATALIST): 62-38
ESTIMACIÓN 2020 (PEW): 61-39
ESTIMACIÓN 2020 (AP VOTECAST): 64-36
PROMEDIO: 62-38
EQUIS | GÉNERO
HOMBRES: 50-50 (vs. 56-44 en 2020)
MUJERES: 66-34 (+32) (igual al 2020)
HOMBRES MENORES DE 30 AÑOS: 48-43 (Harris +5)
HOMBRES MAYORES DE 50 AÑOS: 46-48 (-2)
HOMBRES DE 30 A 49 AÑOS: 47-50 (-3)
MUJERES MENORES DE 30 AÑOS: 73-16 (Harris +58)
MUJERES MAYORES DE 50 AÑOS: 60-34 (+26)
MUJERES DE 30 A 49 AÑOS: 55-35 (+20)
El apoyo a los candidatos entre los votantes latinos se ha mantenido estable desde que Harris lanzó su campaña a la presidencia. El promedio de las encuestas publicadas en el último mes le da a Harris el 56% de apoyo entre los latinos frente a 39% para Trump. Si se reparten proporcionalmente aquellos aún indecisos, la contienda estaría 59-41 a favor de Harris, unos puntos por debajo del 62-38 de Biden frente a Trump estimado para el 2020.
Es posible que Harris obtenga entre el 57% y el 64% del voto hispano (el primer número, proveniente de la última encuesta de NBC/Telemundo, representaría una caída de 5 puntos con respecto a Biden en 2020; el segundo, de una encuesta de seguimiento reciente de Entravision, un aumento de 2 puntos con respecto a 2020). El sondeo más reciente de Equis la proyecta justo en el medio, con un 59% de apoyo entre los latinos (una caída de 3 puntos respecto a 2020).
De cualquier manera, la elección se decidirá por márgenes muy estrechos. En los estados péndulo, es posible que Harris obtenga unos pocos puntos porcentuales menos que Biden en el 2020 entre los hispanos, pero las encuestas no muestran una reorientación dramática de los latinos hacia el partido republicano. Tampoco pronostican un regreso a los altos niveles de respaldo que los demócratas alcanzaron en el pasado.
VOTO PRESIDENCIAL POR ESTADO
*Los resultados de Arizona, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin son de octubre 4-18; el resto de los estados son de nuestra encuesta de septiembre 10-22
** En los estados incluídos en el sondeo de octubre, el voto presidencial de 2024 fue estimado para los indecisos; en los estados del sondeo de septiembre, los indecisos fueron distribuidos proporcionalmente.
*** La diferencia con respecto a 2020 dentro de la misma encuesta es calculada usando el voto retrospectivo del 2020.
2. ¿Tiene Harris suficiente apoyo latino para ganar?
No existe un número mágico. El apoyo que Harris necesita entre los latinos varía por estado y escenario. En general, el resultado dependerá en gran medida de cómo otros segmentos del electorado se comporten respecto al 2020.
Hay muchos escenarios en los que los votantes latinos podrían ser decisivos, particularmente en Arizona y Nevada. El crecimiento del electorado latino en esos estados brinda cierto espacio de maniobra a los demócratas, pero la principal pregunta es cuál será el apoyo que Harris recibirá entre los votantes blancos. Los votantes latinos no pueden contrarrestar las consecuencias de una caída notable en el apoyo entre los votantes blancos. Después de todo, 1 punto de apoyo entre los votantes blancos es equivalente a un poco más de 3 puntos entre electores latinos en Arizona y Nevada, y de 19 puntos entre los hispanos en Pennsylvania o 23 puntos en Wisconsin.
Los votantes latinos no pueden contrarrestar las consecuencias de una caída notable en el apoyo entre los votantes blancos.
En Nevada, por ejemplo, Harris tiene un poco de flexibilidad y varios caminos para conseguir una victoria. Si todo lo demás se mantiene igual, Harris podría sobrevivir una baja sustancial en el apoyo entre los latinos y aún así ganar el estado. Pero, una caída de 2 puntos o más en el apoyo de los blancos sería insuperable, independientemente del apoyo entre otros grupos raciales. Como siempre todo se definirá en el último momento: en el 2020, casi 1 de cada 4 latinos en Nevada indicó que decidió por quién votar en las últimas semanas antes del día de las elecciones (y el 13% dijo que decidieron en los días antes).
En Arizona, el crecimiento del electorado latino amplía un poco el margen de movimiento, pero en general, las cosas para los demócratas están más apretadas. Biden fue el primer demócrata en ganar Arizona desde 1996, y el margen en 2020 fue muy estrecho. Harris probablemente podría perder unos 2.5 puntos de apoyo entre los latinos en relación al 2020, siempre y cuando mantenga al menos los mismos niveles de apoyo entre los votantes blancos, afroamericanos y nativo americanos. Las encuestas públicas sugieren que, de hecho, sí hay algo de erosión entre estos grupos. Pero no debemos subestimar la capacidad de Arizona para sorprender: fue uno de los estados en los que el electorado latino menos se movió hacia los republicanos en el 2020, y en el 2022 los demócratas hasta mejoraron algo sus márgenes. Si las tendencias se mantienen, en el 2024 debería haber poco más de 3 veces más votantes blancos que votantes latinos en Arizona. En 2020, la proporción fue de 4 blancos por cada latino.
En Pennsylvania, es poco probable que una disminución en el apoyo entre los latinos por sí solo altere el resultado final, pero los márgenes entre los latinos se vuelven sumamente importantes si hay una erosión del apoyo demócrata en cualquier otro grupo. Harris pudiese perder 5 puntos entre los votantes latinos si no pierde el mismo número de puntos entre los afroamericanos, y viceversa, pero no puede perder lo mismo en ambos grupos. Y si el apoyo entre los blancos cae 1 punto en relación al 2020, Harris no podría permitirse ninguna disminución en el apoyo de los latinos.
Es importante recordar que las encuestas no están diseñadas para detectar la mayoría de las diferencias de las que estamos hablando aquí. Y en cualquier estado donde la contienda vaya a ser decidida por menos de un punto porcentual, un programa efectivo de movilización de votantes podría hacer la diferencia.
3. ¿Por qué el voto latino está donde está?
Biden perdió un segmento de votantes latinos durante el período más difícil de la crisis inflacionaria. Los hispanos menos partidistas o sin afiliación fija comenzaron a sentir que Biden no estaba a la altura de su cargo y que no podía garantizar su seguridad física y/o económica. Entonces, en el dilema entre un status quo con el que estaban descontentos y un Trump con muchos defectos, un grupo empezó a inclinarse por él al ser empresario. Para aquellos hispanos más conservadores cuya prioridad es la economía, Trump demostró durante la pandemia de COVID que él también le daría prioridad a la economía sobre todo lo demás.
Cuando Harris entró a la carrera presidencial, logró recuperar inmediatamente la mayoría de los votantes latinos que se habían alejado de Biden, pero no todos. Otros se quedaron esperando para tomar su decisión. Ahora, ambas campañas están peleando por esos últimos puntos porcentuales.
A Harris le ha tocado ir contra la corriente debido a los bajos niveles de aprobación de Biden.
A finales de su primer año en el cargo, el nivel de aprobación presidencial de Biden entre los latinos en Nevada y Arizona era de +15. Apenas unos pocos meses después, su nivel de aprobación cayó a -5 en ambos estados y no se ha recuperado desde entonces. Actualmente, Harris tiene el apoyo mayoritario de aquellos que desaprueban “algo” del trabajo de Biden (56-28). Pero, el 38% de latinos hoy por hoy desaprueba fuertemente la gestión del presidente.
Este es un grupo mucho más difícil de convencer: sólo el 10% apoya a Harris en este momento.
Harris tiene el apoyo mayoritario de aquellos que desaprueban “algo” del trabajo de Biden (56-28). Pero, el 38% de latinos hoy por hoy desaprueba fuertemente la gestión del presidente. Este es un grupo mucho más difícil de convencer: sólo el 10% apoya a Harris en este momento.
El apoyo hacia Trump y los republicanos entre los latinos parece estar aún por debajo de su potencial. Alrededor del 66% de los hispanos en la última encuesta de NBC/Telemundo expresó que el país va por el rumbo equivocado, la cifra más alta desde el colapso económico de 2008. Asimismo, el 80% de los latinos en el último sondeo de NYT/Siena indicó que la economía está en mal estado. Y en una de nuestras encuestas más recientes, el 44% de los hispanos dijo que aprueba retrospectivamente del trabajo que hizo Trump como presidente, casi en su totalidad debido a la situación económica durante su mandato. Aún así, Trump no ha logrado alcanzar más del 40% de apoyo entre latinos desde que Harris se convirtió en la candidata.
Los votantes que aprueban del primer mandato de Trump pero que actualmente apoyan a Harris ayudan a entender por qué a Trump y a los republicanos les ha costado captar un segmento importante de los latinos persuasibles o swing: estos votantes consideran que Harris es mejor para las familias de clase media y trabajadora (por un margen de 50 puntos), piensan que tiene un mejor abordaje a la inmigración (+50) y, quizás lo más importante, sienten que a Harris le importa más la gente como ellos (+75). Este pequeño segmento de votantes considera que Trump presidió una mejor economía, pero aún así no se decide a votar por él porque no siente que Trump esté de su lado.
Incluso hoy, el 25% de los latinos que se auto describen como conservadores apoya a Harris. Si bien la polarización racial ha disminuido y la alineación ideológica tradicional ha aumentado, (es decir, que los latinos conservadores prefieren al partido conservador), ninguno de los dos procesos parece inevitable o con una conclusión clara aún.
4. ¿Qué rol está jugando el género?
Hay una gran disparidad de apoyo por género entre los votantes latinos, al igual que en otros grupos del electorado. Hoy en día, la diferencia de apoyo hacia Harris entre las mujeres y los hombres latinos es de 16 puntos. Si esta tendencia se mantiene, esto representaría una mayor diferencia que la que se vio en 2020 o 2012, donde la diferencia fueron de aproximadamente 10 y 6 puntos, respectivamente; pero sería una diferencia similar a la que vimos en el 2016, que fue de aproximadamente 15 puntos.
La brecha es más grande aún entre los latinos más jóvenes, donde hay una diferencia de 29 puntos en el apoyo a Harris entre las mujeres y los hombres.
¿Qué explica esa diferencia?
Mientras la mayoría de los hombres menores de 30 años sigue respaldando a Harris, a una porción significativa parece simplemente gustarle más Trump. El apoyo de este grupo a Trump supera su identificación partidista y su voto por candidatos republicanos para el Senado o el Congreso. Estos jóvenes tienen una percepción relativamente favorable de Trump, y especialmente, califican positivamente su trabajo como presidente.
Pero quizás la diferencia más notable es que estos hombres jóvenes tienen una percepción fundamentalmente distinta a la de las mujeres jóvenes sobre qué candidato es un “líder fuerte.” Los hombres latinos más jóvenes escogen a Trump por un margen de 23 puntos, mientras que las jóvenes latinas eligen a Harris por un margen de 39 puntos. En total, hay una diferencia de 62 puntos con respecto a la manera que cada grupo percibe a los candidatos.
Sin embargo, el rol de género en esta elección no ha sido tan claro. La apertura a votar por Trump en este ciclo electoral no se ha dado exclusivamente en función del género. En nuestras encuestas, el mayor movimiento hacia los republicanos ha sido entre los hombres menores de 50 años, pero también entre las mujeres entre 30 a 49 años, y que ideológicamente se auto identifican como moderadas.
¿Los Latinos reciben el debate sobre el aborto de manera diferente?
Este es un tema en el que sigue habiendo muchas percepciones anticuadas. Encuestas muestran una y otra vez que la mayoría de los hispanos, incluyendo la mayoría de los hombres latinos, están a favor de proteger el derecho al aborto: el 62% de los votantes latinos cree que el gobierno federal tiene la responsabilidad de proteger el derecho al aborto como una decisión médica privada. A nivel estatal, hemos visto entre un 62-70% de apoyo a enmiendas electorales que garantizarían el derecho al aborto en estados como Nevada, Arizona y Florida.
Los latinos fueron parte del movimiento a raíz de la decisión de Dobbs que ayudó a los demócratas en 2022. Los demócratas tuvieron una gran ventaja entre aquellos votantes latinos que priorizaron el tema de los derechos reproductivos ese año.
En 2024, el derecho al aborto sigue resonando, y ahora es cuestión de relevancia en la mente de los votantes. Solo alrededor del 6% de los latinos nombran hoy el aborto o los derechos reproductivos como el tema más importante que enfrenta el país. Pero Harris tiene una enorme ventaja (+92) entre ellos, y el 90% se declara muy motivado para votar. Por lo tanto, el asunto sigue siendo una ventaja para Harris; la pregunta es si esos votantes serán una fuerza mayor en las urnas que en los sondeos.
5. ¿Cómo debería cambiar nuestra forma de pensar sobre el voto latino dado estos datos?
No sorprende que en estas elecciones el electorado hispano sea objeto de tanta atención. Después de todo, el voto latino ha desempeñado un papel fundamental dentro de la coalición electoral que ha llevado a los demócratas a varias victorias. Podemos decir con certeza: los demócratas no habrían ganado la Casa Blanca en 3 de las últimas 4 elecciones si no hubiesen ganado la mayoría del voto latino.
Podemos decir con certeza: los demócratas no habrían ganado
la Casa Blanca en 3 de las últimas 4 elecciones si no hubiesen
ganado la mayoría del voto latino.
Arizona en el 2020 es un buen ejemplo. Trump ganó fácilmente la mayoría de los votantes blancos en el estado (57%), tanto hombres como mujeres. Eso significa que el 70% del electorado (los votantes blancos) votó a favor de Trump con un margen de 14 puntos. Y aún así, Joe Biden logró, a duras penas, ganar el estado. ¿Cómo lo hizo? Ganó la mayoría de ese 30% restante—los afroamericanos, nativo americanos y, principalmente, los latinos— con un margen de 22 puntos.
También es el caso en los estados que no tienen grandes poblaciones hispanas. Ganar, consistentemente, la mayoría de ese 3-4% que representan los latinos en Pennsylvania, Wisconsin o Georgia es de igual manera la forma de establecer una coalición ganadora en los estados más disputados. Eso se mantiene aún si se gana ese grupo por un margen más estrecho. En un electorado como el estadounidense, que a veces parece estar polarizado hasta el punto de parálisis, el voto latino es uno de los últimos factores impredecibles.
En un electorado como el estadounidense, que a veces parece estar polarizado hasta el punto de parálisis, el voto latino es uno de los últimos factores impredecibles.
El electorado latino está cambiando constantemente.
Hoy, menos del 30% de los latinos registrados para votar participaron en los comicios del 2008 (comparado con el 50% del electorado en general). Esa elección, del 2008, fue la que estableció muchos de los parámetros que usamos hoy para entender e interpretar el voto latino. Aún más, aproximadamente el 30-40% de los latinos que votarán en el 2024, no lo hicieron en el 2020.
Los latinos siempre han tenido un elemento impredecible o swing – en parte porque las personas más jóvenes y/o más cercanas a la experiencia migratoria han tenido menos oportunidades o razones para adoptar una identidad partidista muy arraigada. Parte de esa apertura a ambos partidos simplemente no se veía durante períodos en el que los republicanos ni siquiera intentaban ganar el voto latino.
La existencia del “latino republicano” no es algo nuevo, pero la era de Trump es única.
Aproximadamente el 30% de los latinos siempre se ha considerado conservador – pero los republicanos no siempre habían logrado consolidar, o crecer, su apoyo entre ellos. Durante décadas, la creencia popular sostuvo que un candidato republicano para presidente gana un tercio del voto latino, ganando la mayoría de los hispanos conservador y más o menos un cuarto de moderados. En las elecciones del 2004, por ejemplo, se estima que Bush ganó más del 40% de los hispanos.
Si los niveles de apoyo que consideramos "usuales" cambian permanentemente, representaría un cambio importante en la matemática electoral del país. Pero no hay manera en este momento de saber con certeza si las dinámicas actuales son temporales o permanentes.
Algunos elementos de lo que estamos viendo en este momento parecen ser particulares de la era Trump/Biden. Trump cuenta con el apoyo de un segmento de los latinos que otros republicanos no tienen. Alrededor del 43% de los hombres latinos jóvenes apoya a Trump, mientras que el 38% apoya a los candidatos republicanos para la Cámara de Representantes, y solo el 27% respalda a los republicanos para el Senado.
Parte de lo que hace única a la era de Trump son las dinámicas políticas que surgieron a partir del COVID. Las percepciones de la economía fueron en gran parte forjadas en la era de la pandemia, especialmente entre los latinos conservadores e incluso entre algunos moderados. Muchos apoyaron fuertemente la postura de Trump de reabrir la economía y retomar la vida cotidiana sin miedo al COVID.
6. ¿De qué y de quién dependerá el resultado?
Los votantes latinos que quedan por convencer o swing son el tipo de electores que, en el pasado, se han inclinado hacia los demócratas, pero que no debemos suponer harán lo mismo en el 2024. Comparados con otros latinos, estos votantes persuasibles o swing suelen ser hombres de 20 a 30 años o mujeres entre 30 y 40, se identifican como "algo conservadores” y son inmigrantes o hijos de inmigrantes. También es más probable que tengan hijos viviendo en casa.
La identidad latina sigue siendo importante, pero no es todo.
La mayoría de estos votantes swing habla español en casa y considera que ser latino es importante para su identidad. Una fuerte identidad étnica genera conflictos internos para estos votantes. Sin este conflicto, quizá algunos de estos latinos ya se habrían convertido en republicanos hace tiempo.
Si las elecciones se convierten en un referéndum sobre la situación económica, y el voto se distribuye dependiendo de quién creen los votantes que es mejor para manejar la economía, Harris le ganaría a Trump entre los votantes latinos pero por un margen bastante estrecho. Si las elecciones se deciden más bien con base en la pregunta de a quién le importan más las familias de clase media y trabajadora, y la gente como yo, Harris ganaría el voto latino por un margen mayor. ¿Cuál de las dos preguntas se harán los votantes al momento de decidir si participarán en la elección y por quién votarán?
Si las elecciones se deciden más bien con base en la pregunta de a quién le importan más las familias de clase media y trabajadora, y la gente como yo, Harris ganaría el voto latino por un margen mayor. ¿Cuál de las dos preguntas se harán los votantes al momento de decidir si participarán en la elección y por quién votarán?
Harris tiene una ventaja de +4 entre los votantes latinos con respecto a quién ellos creen que es “mejor para la economía de EE.UU.”, la primera vez este ciclo electoral que Harris o Biden superan a Trump en este tema.
Ese sigue siendo un margen pequeño en comparación con la ventaja que Harris tiene sobre quién es “mejor para las familias de clase media y trabajadoras” (+22), o a quién “le importa más la gente como yo” (+25), dos atributos que recogen distintos elementos de la economía, así como consideraciones que incluyen los derechos reproductivos y la identidad.
Harris tiene la ventaja cuando el debate se vuelve más específico y fundamentado en políticas: ¿quién está más dispuesto a ayudar a una persona como yo con el costo de las medicinas recetadas, el cuidado médico, la vivienda, o el cuidado de niños?
Al menos el 30% de los latinos que votarán en el 2024 no lo hicieron en el 2020.
Lo que no sabemos aún es cuántos de esos serán nuevos registrados versus latinos que ya lo estaban pero que simplemente se mantuvieron al margen en la última elección. Estos segmentos del electorado latino son los que más han fluctuado en sus opiniones este año, y es el más difícil de estudiar.
¿Acudirá a las urnas ese grupo de votantes latinos que no suele participar pero que se inclina hacia Trump, como lo han hecho los votantes “MAGA”, blancos y de clase trabajadora en la era Trump? ¿O se abstendrán esos latinos como lo hicieron en el 2020 y en el 2022?
Y, si salen a votar, ¿podrían sus efectos ser contrarrestados por las jóvenes latinas que recién se incorporan al electorado y que están ansiosas de dar vuelta a la página y superar la era Trump?
La fuerza de las campañas a nivel estatal importa especialmente en los estados más disputados.
7. ¿Cómo han mejorado los niveles de apoyo a Trump a pesar de su retórica y sus amenazas de deportación?
El pequeño segmento de votantes del que estamos hablando es una mezcla de personas que no están necesariamente al tanto de lo que Trump está diciendo o a planeando, que no se ven directamente impactados por la inmigración, o que desestiman sus amenazas como teatro político (básicamente, no piensan que Trump está hablando en serio). De cualquier forma, están votando basándose en otras consideraciones, principalmente en la economía.
No, los latinos no quieren que todos los inmigrantes indocumentados sean deportados – todo lo contrario. Sí, ellos quieren tener una frontera segura y bajo control, aún si eso significa deportar a aquellos que están cruzando la frontera en este momento o que han cometido un crimen. Pero los latinos también quieren de forma abrumadora mantener a las familias estadounidenses unidas y rechazan la deportación masiva de personas que han vivido y trabajado en Estados Unidos por décadas.
En la encuesta de NBC/Telemundo, el 39% de los latinos dijo que apoya la deportación de todos los inmigrantes. Pero cuando entramos más en detalle, solo el 8% se opone a dar un camino a la ciudadanía a los esposos de ciudadanos estadounidenses, y sólo el 13% rechaza lo mismo para los Dreamers (los beneficiarios de DACA).
El rechazo a Trump por sus posturas migratorias sigue jugando un rol importante en el voto latino. La oposición a sus propuestas migratorias es impulsada tanto por los latinos nacidos fuera de EE.UU. como por los latinos de segunda generación de rápido crecimiento. De hecho, es un atributo clave que reafirma el apoyo a Harris para las latinas más jóvenes: el 71% opina que Harris tiene el mejor método para encarar el tema de la inmigración, comparado con 16% que opina que es Trump (+55).
8. ¿Qué quieren oír los latinos persuasibles en los últimos días antes de la elección?
Para Harris, los mensajes más efectivos son aquellos que reconocen las identidades de los votantes como personas trabajadoras que cuidan de sus familias y como latinos que no siempre se sienten incluidos e invitados a participar en el proceso político; mensajes que son inclusivos, que resuenan culturalmente y que ponen a Harris del lado de las familias trabajadoras y de la clase media. A veces es tan simple como la comida que se muestra en un anuncio sobre el costo de los alimentos.
Ganar una campaña electoral se trata de elegir las batallas correctas. ¿Cuáles son las batallas correctas? Los impuestos (¿quién se beneficiará de los recortes de impuestos?), el cuidado de salud (¿quién reducirá el costo de la atención médica, de las medicinas recetadas y protegerá Obamacare?), la vivienda (¿quién tomará medidas contra la especulación de precios y hará que sea más asequible el comprar una vivienda?), y las deportaciones (¿quién mantendrá a las familias unidas?)
La “economía de oportunidades” de Harris es popular, y sirve como evidencia del tipo de batallas que sus aliados quieren focalizar y enfrentar. Expandir el crédito tributario por hijos, limitar el costo de las medicinas recetadas, y proveer más fondos para el cuidado infantil son medidas populares aun entre aquellos que piensan que Trump manejaría mejor la economía.
El primer paso para ganar es simplemente estar presente: estar presente en persona, estar presente virtualmente, estar presente tanto en inglés como en español.
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